Aeropuertos Argentina 2000
(AA2000) reportó que Aerolíneas había cancelado las partidas a Córdoba,
Tucumán, Neuquén, Ushuaia, San Juan, Río Grande, Bahía Blanca, Punta del Este,
Bariloche, Montevideo —donde también se vio afectado el sistema—, San Pablo,
Mendoza, Iguazú, Posadas, Trelew, Santiago de Chile, Río de Janeiro y Comodoro
Rivadavia, así como los arribos provenientes de Córdoba, Tucumán, Neuquén, Bahía
Blanca, San Juan, Punta del Este, Montevideo, Río de Janeiro, Mendoza, Ushuaia,
Posadas, San Pablo, Salta, Trelew, Bariloche e Iguazú.
Las demoras comenzaron a las 8,
como resultado de la salida de servicio de un equipo de comunicación SDH a
cargo de Telefónica. A las 14, se anunció la cancelación de los primeros vistos
y la del resto fue confirmada dos horas más tarde. Por la noche, un comunicado
del Ministerio de Planificación informaba que “la Comisión Nacional de
Comunicaciones realizó un pedido de informes a Telefónica de Argentina a los
efectos de conocer en detalle los equipos y sistemas que alteraron el normal
funcionamiento de Aerolíneas Argentinas e intimó a la compañía a una pronta
reposición del servicio”.
Por su parte, Aerolíneas precisó
que había dejado de funcionar un equipo de comunicaciones de Telefónica
“ubicado en el centro de procesamiento de nuestra compañía, sin haber puesto en
funcionamiento ningún sistema de backup por parte del proveedor contratado para
mantener activo este servicio, o sea Telefónica”. Anunció también que le
iniciaría acciones legales por “incumplimiento de sus obligaciones”. La
responsabilidad de ésta fue confirmada por el vocero de la Unión del Personal
Superior Aeronáutico (UPSA), Marcelo Uhrich.
Según refiere Clarín, la mayoría de los vuelos
cancelados debió ser reprogramada para el domingo o el lunes siguientes, ya que
la mayoría de los pasajes estaban vendidos por el inicio de las vacaciones de
invierno. Por esa razón, algunos pasajeros fueron transferidos a vuelos de LAN
y otros partieron desde Ezeiza. La Nación,
a su vez, dijo que las reprogramaciones se concretaban con hasta 48 horas de
demora y que los pasajeros debían realizar colas de hasta dos horas.
Por la mañana del jueves, fuentes
de AA2000 informaron que los retrasos respondían a la reprogramación forzada
por los inconvenientes y detallaron que “sólo una partida fue cancelada en lo
que va de la jornada”, que tenía como destino Mar del Plata. No obstante, con el
paso de las horas y la aparición de la intensa niebla en aeropuertos como Santa
Fe, Río Gallegos y Rosario, los vuelos se fueron cancelando y las demoras se
acrecentaron.
Ese día, Aerolíneas volvió a
apuntar contra Telefónica: “No logramos que la empresa, a la que le pagamos un
contrato de 1.230.000 pesos al mes, viniera a arreglarlo hasta recién las 13; y
no pudieron resolverlo hasta las 20”, dijo su titular, Mariano Recalde, y
agregó: “El daño que causó a los pasajeros y a la empresa el mal servicio de la
Telefónica, lo sufrimos ayer [por el miércoles] con los datos, pero todos los
días con los teléfonos”.
Recalde manifestó también su
malestar con la cobertura periodística. “Da bronca que cuando una empresa
estatal se recupera, empieza a crecer, aumenta la cantidad de pasajeros,
servicios y destinos, y sufre un percance por causa de una empresa privada
contratada, se carguen las tintas contra el Estado”.
Un día más tarde, el presidente
de Telefónica, Luis Blasco, dirigió una carta a Recalde en la que expresó sus
disculpas por los graves inconvenientes ocasionados a los pasajeros. “Quisiera
informarle que se están investigando las causas de este hecho extraordinario
que provocó un daño irreparable de la infraestructura y de magnitudes inusuales,
lo que derivó en la decisión de Telefónica del reemplazo total por un nuevo
equipo de idénticas características”, dijo Blasco.
Aerolíneas, por su parte, decidió
compensar a los pasajeros con la acreditación inmediata de 12.000 millas que
quedarán a su disposición para ser utilizadas en su próximo viaje. Recalde
recorrió el viernes el Aeroparque metropolitano para tomar contacto directo con
el personal de la empresa y con los pasajeros, ante el inicio de las vacaciones
de invierno. “Es mi obligación estar en contacto permanente y directo con
nuestros pasajeros porque como línea aérea de bandera tenemos el compromiso de
brindar un servicio público de calidad y por supuesto debemos responder por
ello”, dijo.