“Lo que hay atrás nuestro es la
lucha de un grupo de compañeros que se juntó hace tres años y medio a soñar
para tratar de cambiar las cosas y darle fuerza a la decisión de las asambleas
de base”, explicó a BAE el nuevo
secretario general de Aeronavegantes, cuya lista sacó 205 votos de ventaja
sobre 2.000. Y agregó: “A mí lo que me gusta de Facundo es que es diputado del
Frente para la Victoria y se anima a criticar, pero no se bajó del bloque. Y a
la vez que es de la CGT, pero le critica el armado político a Hugo”. Respecto
de la situación de Aerolíneas, se manifestó de acuerdo con que sea estatal,
pero anticipó que lucharán “contra ciertas violaciones que se vienen dando en
los últimos años a nuestras condiciones laborales”. Y apuntó que, más allá de
que hay críticas que hacer a la gestión, “le reconocemos que se han traído
aviones nuevos, se le está dando una nueva imagen y se está trabajando mucho en
la puntualidad”. Finalmente, manifestó su convicción de que “el diálogo va a
ser bueno” con Mariano Recalde, titular de la compañía aérea.
Para El Cronista, con el triunfo de Brey, el camionero logró recuperar
terreno en la interna gremial de Aerolíneas Argentinas, que ahora quedó
dividido entre un sector alineado con el kirchnerismo (APA, y los pilotos de
APLA y UALA), y el trío moyanista que componen Aeronavegantes, UPSA y los
técnicos de APTA. El diario agrega que ese avance se produce cuando los gremios
aeronáuticos comienzan a presionar a la conducción de Aerolíneas por una
reapertura de la paritaria.
Ámbito
Financiero,
por su parte, dice que el resultado representa “un triunfo a tres bandas” para
Moyano: “le restó tranquilidad al presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano
Recalde (y por lo tanto a La Cámpora); le torció el brazo a su rival en el
segmento del transporte, el taxista Omar Viviani (alineado con la CGT
oficialista), y derrotó a su ex abogado histórico, el diputado nacional Héctor
Recalde, que patrocinaba a los aliados de Frecia [por Ricardo Frecia, que hasta
ahora ocupaba la secretaría general del gremio]”.
Como contrapartida, continúa el
diario, fue un golpe para el Gobierno y sus gremios afines. “Mariano Recalde y
La Cámpora habían celebrado en enero el cambio en la conducción de la
Asociación de Pilotos (APLA), que pasó de Jorge Pérez Tamayo —alineado con
Moyano— a Pablo Biró, quien de inmediato encuadró el sindicato en la estructura
de la CGT de Antonio Caló. Un artífice de aquel cambio había sido Viviani, ex aliado
de Moyano y principal activista a favor del Ejecutivo en el gremialismo”,
apunta. Y completa: “El taxista había apostado por la continuidad de la Verde
para mantener su hegemonía en el sector del transporte. Tras su ruptura con el
camionero, Viviani formó la Unión General de Asociaciones Sindicales de
Trabajadores del Transporte (UGATT) para competirle a la Confederación de
Trabajadores del Transporte (CATT). El éxito inicial en esta empresa (reunió a
la mayoría de los gremios aeronáuticos, ferroviarios, marítimos y del
transporte carretero) encontró dos límites en los últimos días: el resultado en
la AAA, por un lado, y la rebelión contra el Gobierno de los maquinistas de La
Fraternidad y de los colectiveros de la Unión Tranviarios Automotor (UTA)”.
Fuentes: Ámbito
Financiero, BAE, Clarín y El Cronista, de 15/7/13.