Un reciente informe de la AGN
sobre el funcionamiento de las aduanas de los aeropuertos de Córdoba, Ezeiza y
Mendoza a lo largo de 2010 —según refiere La
Nación— había señalado que no hay normativa para determinar qué aeronaves serán
inspeccionadas; que los métodos no intrusivos de control se utilizan de manera
insuficiente; que no hay una matriz de riesgo para seleccionar qué equipajes
serán revisados y que los escáneres de las bodegas no son los adecuados para
detectar drogas. Sobre Córdoba en particular, el organismo señalaba que no un
escáner para el control de las encomiendas; sobre Mendoza, que no se realizan
fondeos de los aviones, que hay un solo perro adiestrado para encontrar drogas
y que no se lo utiliza para verificar la totalidad del equipaje; y sobre
Ezeiza, que la cantidad de personal que controla las encomiendas no guarda
relación con el volumen de las operaciones.
“Tenemos cielos y puertos, como
lo prueban los hechos, habilitados al tráfico de estupefacientes”, afirmó
Despouy, luego de que se difundieran ése y otro informe, que alude a los
controles en los puertos de Buenos Aires, Campana y San Lorenzo.
En un comunicado, Ayerán dijo por
su parte que “Despouy nunca solicitó una reunión a la Aduana argentina para
interiorizarse en el funcionamiento de los escáneres, ni siquiera se dio una
vuelta por el puerto para corroborar el funcionamiento de estas herramientas”.
La funcionaria defendió la actuación del organismo y la incorporación de
equipamiento realizada en los últimos años, aunque aclaró que “no existe
tecnología en el mundo” que “pueda asegurar el 100 por ciento de la efectividad
para la detección” de estupefacientes.
Entretanto, el fiscal federal
Gustavo Vidal Lascano realizó una inspección sorpresiva sobre el equipamiento
utilizado por la Aduana en el aeropuerto de Córdoba. Según detalló, hay 11
escáneres que permiten detectar materia orgánica e inorgánica: tres en la sala
de arribos internacionales; tres en la sala de preembarque; dos en los
depósitos de valijas —donde se escanea la totalidad del equipaje; uno móvil en
la pista, otro en el sector de arribos de cabotaje y uno privado para el
ingreso del personal. “Todos funcionan adecuadamente lo cual contrasta con lo
que he leído que dice la AGN sobre el aeropuerto de Córdoba”, señaló Vidal
Lascano.
Refirió también que se utilizan
ocho canes, cuatro de la Aduana y cuatro de la Policía de Seguridad
Aeroportuaria (PSA). Y por último, con relación al circuito cerrado de
televisión, dijo que es administrado por la concesionaria Aeropuertos Argentina
2000, pero los jefes de la PSA tienen acceso a las imágenes y se realiza una
copia de respaldo durante 15 días.
Fuentes: La
Nación, de 11/7/13, y La Prensa y La Voz del Interior (Córdoba), de 12/7/13.