Zlotogwiazda dice que el informe
2012 destacaba la incorporación de 14 aviones; la homogeneización de la flota y
la reducción de la edad promedio de los aviones; el ahorro de 60,5 millones de
pesos logrado gracias a la puesta en marcha del Cefepra (Centro de
Entrenamiento y Formación de Pilotos); la inversión de 18,5 millones de pesos
en equipamiento para aerohandling; otro ahorro de 66,9 millones por
optimización en el uso de combustible; la articulación de corredores federales.
Pero, subraya, “no hay una sola cifra sobre ingresos, costos, resultados,
inversión total, endeudamiento y aportes del Tesoro”.
Recuerda también que una reciente
gacetilla afirmaba que las transferencias solicitadas al Estado para financiar
gastos corrientes se redujeron 30% en el primer semestre respecto de igual
período del año anterior, pero no ofrecía más precisiones. “Si bien el déficit
de una empresa estatal no debe ser tomado como señal de ineficiencia ni mucho
menos como señal de fracaso, el oscurantismo informativo despierta sospechas
inevitablemente. ¿Por qué razón lo hacen? Los datos parciales que se conocen, y
la opinión muy mayoritaria de los usuarios habituales de AA, coinciden en
sostener la idea de que la compañía funciona mucho mejor que cuando estaba en manos
privadas. Falta saber a qué costo se logró la mejora, y esa falta empaña el
avance”, plantea el periodista, que considera desproporcionado que la empresa
reciba 59 pesos de cada 100 que se destinan a los trenes.
Entretanto, El Cronista consigna datos oficiales recopilados por la Asociación
Argentina de Presupuesto (ASAP), según los cuales el Gobierno utilizó hasta
fines de junio 53% de los 3.124,75 millones de pesos presupuestados para la “Formulación
de Políticas de Transporte Aerocomercial”. De ese monto, 1.660,19 millones fueron
destinados a Aerolíneas Argentinas.
Fuentes: El
Cronista, de 26/6/13, y Veintitrés, de 28/6/13.