martes, 2 de julio de 2013

Condiciones laborales que refutan estereotipos sobre las azafatas

En un encuentro para el suplemento “Las 12”, aeronavegantes de Aerolíneas Argentinas que integran la agrupación Juventud por la Participación y la Verdad (JPV) y participan con la lista Violeta en las elecciones del gremio hablan de las condiciones laborales de las azafatas.
Señalan así que el estereotipo de la azafata “glamorosa” es sólo eso y que esas condiciones son “especialmente duras”, sobre todo en la actualidad. “Hoy son más frecuentes las tensiones, los ataques de pánico, un pasajero que quiere abrir la puerta u otras manifestaciones de estrés de las que nosotras debemos hacernos cargo en términos de seguridad del vuelo”, dicen.
La nota dice que “la dimensión femenina” de la tarea salta a la vista: la atención como servicio personalizado que debe lidiar con las subjetividades de los pasajeros recae en esa capacidad ligada al saber hacer femenino convertido en un elemento clave de la profesionalidad de la tripulación. Pero esa porosidad para con la fragilidad del otro también complica el trabajo, que se hace más difícil de sobrellevar a partir de la maternidad.
Tras referencias a pesadillas recurrentes, una de ellas apunta que la vida “se revela en su fragilidad de una manera más fuerte que en otras profesiones”. Y explica: “La inestabilidad que padecemos es física y psíquica: se te alteran los ciclos del cuerpo y los ciclos de la sociabilidad, ya que uno está a contramano de lo que hace el resto. Se genera una suerte de desconexión que es la que sentís cuando estás en el aire y a la vez lo que te impulsa a que cuando estás en tierra tratás de estar conectada al ciento por ciento y disfrutarlo de un modo bastante especial, intenso”.
Las entrevistadas eran recién llegadas a la profesión a fines de los 90 o principios de 2000 y vivieron con compromiso la consigna “Todos somos Aerolíneas”. “Fue un momento de comunidad muy grande, que se vivió con la gente, con los pilotos, con todos los otros sectores de mantenimiento, tráfico, tierra. Hacía muy poco que yo había entrado a AA, pero tengo el recuerdo vivo de compartir vuelos con comisarios mujeres que se largaban a llorar por la situación de la empresa. Nosotros no le veíamos salida y era terrible, desesperante”, comentan.
La agrupación JPV tiene esa marca generacional. Todas dicen que es el recuerdo y el consenso con la política de estatización de AA y con la democratización de los espacios lo que no están dispuestas a resignar. “Nosotras apoyamos la estatización, pero cotidianamente tenemos un montón de inconvenientes para defender nuestras conquistas; esos inconvenientes vienen de prácticas desleales por parte de las negociaciones sindicales. La discusión es por qué la patronal de una empresa estatal, que en tanto tal la sentimos nuestra, no nos toma verdaderamente en cuenta para pensar un concepto de aviación pública y de calidad en el servicio de bandera”, cuestiona una de ellas. Y otra agrega: “Hoy se nos pone en discusión nuestro convenio colectivo de trabajo que es el que nos garantiza ciertos marcos de cuidado en nuestros descansos, necesarios para continuar vuelo. La gestión actual quiere modificar nuestro convenio colectivo bajo una decisión unilateral y a través de tecnócratas que vienen de empresas privadas y que se emplean para que hagan las reformas. No entendemos cómo desde el Estado nacional y popular rigen esas estrategias más acordes al liberalismo flexibilizador”.
Consideran que están presenciando una “crisis terminal de un modo de hacer sindicalismo” y aseguran que en algún momento “el sindicato empezó a tener una estructura parecida a la gerencia y comenzó a funcionar como patrón de estancia para hacer el trabajo sucio que la empresa se cuida de hacer”. Refieren también que en las últimas asambleas hubo descontento mayoritario con la conducción, “sobre la que pesa la sombra del fraude en las elecciones”.
Denuncian que hace más de un año vienen violándose las normas de convenio relativas a descansos luego de ciertos vuelos o jornadas intensas de trabajo. Al respecto, comentan: “Por ciertos trucos empresariales, te corresponde descansar menos cuando llegas a alguna ciudad: esta nueva contabilidad que intentan imponer supone que volás toda la noche hacia Barcelona, llegás y dormís una noche allí y la siguiente estás nuevamente volando. Así es que en tres días, con suerte dormís una noche, ya que cuando uno llega a destino tiene un nivel de acelere y descompensación física que hace muy difícil el dormir. Nos parece que promoviendo situaciones así se generan más partes médicos a futuro. Además, hay compañeras que ya se estresan por anticipado de saber que no van a poder dormir bien después de un vuelo y a la noche siguiente tienen que estar a cargo de otro nuevamente”.
La Violeta no acepta el cambio de cláusulas convencionales a cambio de dinero, teniendo en cuenta que el sueldo básico representa 10% del total, dado que hay numerosos ítems no remunerativos. Y defiende la calidad de los recursos humanos de Aerolíneas y Austral. “No hay empresa en el mundo que tenga empleados con la camiseta tan puesta y con saberes técnicos que combinan lo profesional con lo artesanal que ponderan habilidades y destrezas a la hora de resolver urgencias. En momentos críticos, sacamos un vuelo como sea. Nosotras mismas vimos a algunos pilotos pagar con sus propias tarjetas de crédito el combustible del avión, y a muchas de nosotras hacer magia para sacar un vuelo sin lo necesario”, apuntan.
Finalmente, la nota aborda la cuestión de las enfermedades profesionales. Tras destacar que “el cansancio y las malas condiciones laborales son totalmente incompatibles con ser profesionales de la seguridad”, dicen que los proyectos presentados en Diputados para declarar insalubre la actividad no tienen en cuenta las llamadas radiaciones ionizantes. “Los más expuestos a este tipo de radiación son los astronautas y luego venimos nosotras”, dice una de las entrevistadas. Las afecciones más frecuentes debidas a esta exposición son diversos tipos de cáncer, pero también anemia, hipotiroidismo, diabetes y distintas dificultades para quedar embarazadas.
 
Fuente: Página 12 / Las 12, de 28/6/13.