Inmediatamente acudieron los
equipos de rescate con ambulancias y camiones de bomberos, que cubrieron la
nave con espuma blanca, mientras los pasajeros y la tripulación descendían por
los toboganes de emergencia. Según informó un funcionario de la aérea en Seúl,
el avión transportaba 141 viajeros chinos, 77 surcoreanos y 61 estadounidenses.
Desechada de inmediato la
posibilidad de un atentado, aún no están claras las causas del accidente. Las
condiciones del tiempo eran óptimas. La compañía aseguró que el avión,
incorporado en 2006, se encontraba en buen estado y se apresuró a descartar que
se hubieran producido problemas mecánicos o alguna “negligencia”; así, dijeron
que “tanto el comandante como su copiloto son expertos, con al menos 10.000 horas
de vuelo cada uno”. La agencia estadounidense de seguridad en el transporte
analizará las cajas negras recuperadas.
Asiana Airlines es la segunda
aerolínea más grande de Corea del Sur, después de Korean Air, y ha intentado
recientemente ampliar su presencia en Estados Unidos. Fue fundada en 1988 y
tiene una flota de 79 aviones, incluidos doce 777.