El gobierno aceptó el pedido del
gremio aeronáutico de otorgarle dos años de gracia antes de empezar a pagar por
los aviones, que cubrirán rutas regionales. También está acordado que el Fondo
de Desarrollo (Fondes) habilitará un préstamo a Alas-U por 15 millones de
dólares, que servirá para capitalizar a la nueva compañía.
Uno de los principales problemas
continúa siendo la posibilidad de que los aviones sean secuestrados una vez que
aterricen en el exterior por las deudas que dejó Pluna en varios países, ya
sean laborales o con pasajeros que pagaron sus boletos y no pudieron volar.
Según se informó, Alas-U afrontará las consecuencias si se produce alguna
incautación, mientras el Estado uruguayo seguirá pagando las cuotas de los
adquiridos mediante el banco canadiense Scotiabank.
Fuentes: El
Cronista, de 25/6/13, y La Prensa, de 30/6/13.