En 2010, Alperovich gastó 36,9
millones de pesos para quedarse con un Learjet 60XR. En 2009, Urtubey adquirió
un Lear Jet 45XR sin mediar licitación. El precio fue motivo de polémica: el
gobernador dijo que había salido “menos de 25 millones de pesos”, mientras un
expediente del ministerio de Finanzas indicaba que se pagaron 27 millones y un
experto que investigó aquella compra, Rubén Durán, sostiene que en verdad se
terminaron abonando unos 35 millones de pesos.
Gerardo Zamora compró en 2006 un
Learjet 40 XR, por el que pagó alrededor de 8 millones de dólares. Cuatro años
después, adquirió un Learjet 45, modelo 1999, con un tiempo de vuelo de 5.260
horas, por el que desembolsó 18,8 millones de pesos. La flota de la provincia
se completa con una Beechcraft King Air C90B, un helicóptero Bell 347 y otro
helicóptero Bell 206.
Según el diario, “detrás de cada
una de estas compras, casi siempre está presente la trampa de los ‘vuelos
sanitarios’”, dado que “los aviones son adquiridos bajo esa excusa, pero luego
son ‘aprovechados’ para transportar a los funcionarios”. Al respecto, agrega
que casi ninguna provincia publica estadísticas sobre esos viajes, con la
excepción de Chubut, y menciona dos “consecuencias trágicas” de ese uso,
ocurridas en Tucumán y Santa Cruz, donde murieron los pacientes que esperaban
el traslado, y uno más reciente en Salta, en el que un niño de dos años tuvo
que esperar más de 12 horas el avión sanitario. Y asegura que algunos de esos
aviones “ni siquiera disponen de los elementos necesarios para un traslado de
alta complejidad”.
La nota alude también a denuncias
nunca investigadas en los tribunales sobre el uso de los aviones oficiales para
fines personales, incluso por parte de familiares y amigos. El caso más
reciente involucró al gobernador de Salta, que según la oposición local se ha
trasladado a Buenos Aires desde 2008 para presenciar partidos de River.
Se refiere, asimismo, a
funcionarios o sus familiares que aceptan utilizar aviones rentados por
empresarios privados. En mayo de 2012, los hijos del gobernador de Santa Cruz,
Daniel Peralta, viajaron en un Cessna Citation alquilado por Pan American
Energy, que había sido beneficiado con la prórroga de contratos petroleros en
la provincia.
“La falta de transparencia se
profundiza cuando los alquileres se pactan directamente desde las gobernaciones”,
dice el diario. Y apunta que la empresa más busca es Baires Fly, cuyo dueño es
Luis Adolfo Grande, que tiene contratos con San Luis y Santa Fe, dos de las
provincias que no disponen de flota propia. El gobernador de Córdoba, José
Manuel De la Sota, tiene cuatro helicópteros y un avión moderno, pero contrató
en 2012 a esa firma para volar 200 horas, por las que pagó más de 3,5 millones
de pesos.
Hay provincias que recurren a los
taxis aéreos porque abandonaron su flota. Es el caso de Río Negro, que llegó a
tener aerolínea propia, formalmente cerrada en 2008. El actual gobernador,
Alberto Weretilneck alquila, sin licitación, los aviones de la empresa Sapsa,
del grupo Vía Bariloche. En los primeros cuatro meses de este año, el gasto fue
de 500.000 pesos. Según fuentes del gobierno, la cifra fue de entre 3 y 4
millones de pesos en 2011 y de 6 millones el año pasado.
La gobernadora de Tierra del
Fuego, Fabiana Ríos, también recurrió al alquiler, porque las dos aeronaves
oficiales están fuera de uso por falta de inversión. Contrató a la empresa de
Lázaro Báez, Top Air SA, para utilizar un Turbo Commander 690 y un Lear Jet 35.
El gobernador Sergio Urribarri
viaja generalmente en aviones de Líneas Aéreas de Entre Ríos, pero también
alquila un Lear Jet 35 y hasta usa los helicópteros provinciales para
distancias cortas. Su par de Mendoza, “Paco” Pérez, no tiene avión y utiliza la
clase Business de Aerolíneas Argentinas.
Finalmente, la investigación se
refiere al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, y asegura que vuela en aviones
privados contratados a Baires Fly por la empresa Unicos Air, a razón de 13.000
dólares por viaje. Voceros de la gobernación y un senador radical, Luis
Naidenoff, dijeron por su parte que Insfrán viaja en vuelos de línea.
Fuente: Clarín,
de 14/7/13.