Los trabajos que se vienen
realizando en el aeropuerto Benjamín Matienzo, de Tucumán, están casi
terminados. Sólo faltan los que lo dotarán de una mayor capacidad de frío y,
por ende, de carga para afrontar la nueva campaña de arándanos desde septiembre.
Juan Luis Fernández, director ejecutivo del Instituto de Desarrollo Productivo
(IDEP) provincial, comentó que el objetivo es consolidar a Tucumán como “nodo
logístico exportador aéreo” y que con ese objetivo han venido desarrollando
acciones que convirtieron a la provincia en “la única que opera con vuelos de
carga en el interior del país” y la segunda del país, después de Ezeiza.
La obra civil de las cámaras de
frío está terminada. Sólo queda terminar la rotonda de 36 metros de diámetro para
el acceso y maniobra de los camiones de combustibles, de modo que el resto
puede hacer una carga segura, y la ampliación de la plataforma de carga, que
permitirá recibir aviones de mayor envergadura e incrementar así el volumen de
los envíos.
Fuente: La Gaceta
(Tucumán), de 5/7/13.