En 2001, la Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales (SEPI) vendió por un dólar a Air Comet 92% de las
acciones en Interinvest, propietaria de 92,1% de Aerolíneas Argentinas. Según
el contrato celebrado entonces, la SEPI aportó 300 millones de dólares para
satisfacer pagos de los acreedores de la sociedad.
Por entonces, Aerolíneas tenía un
déficit de 360 millones de dólares y una deuda de 1.800 millones, por lo que
había presentado un concurso de acreedores. Air Comet —donde Marsans tenía 70% y
Air Plus, de Mata, 30%— no utilizó ese dinero para pagar a los acreedores, sino
para fondearse y con ello obtuvo un beneficio equivalente que no declaró al
fisco español.
El juez instructor Eloy Velasco
descartó, no obstante, que los empresarios hubieran cometido delitos de
falsedad contable, fraude, estafa procesal y malversación de caudales públicos,
y que la SEPI hubiera amparado esas conductas.
Fuentes: Ámbito
Financiero y Tiempo Argentino, de 14/6/03.