“Nos despidieron por dos razones:
porque estamos armando la lista opositora a Cirielli. Y porque denunciamos un
desmantelamiento de los talleres para tercerizar las reparaciones. Estos
ajustes ponen en riesgo la seguridad de los aviones”, dijo Francisco Camporini,
uno de los gremialistas despedidos. Otro dirigente de APTA dio una versión
diferente: afirmó que éstos “insultaron y agraviaron” a los directivos de la
empresa, y deslizó que el conflicto podría tener que ver con una pelea interna
entre integrantes de La Cámpora contratados por Aerolíneas, algo que a su vez
fue desmentido por otras voces del gremio.
“La situación de los talleres no
es nueva. Lo venimos reclamando hace mucho tiempo. Están comprando lo justo. Y
no se hicieron inversiones nuevas”, dijo por su parte Cirielli, que se mostró
optimista respecto de la reincorporación de los despedidos.
Fuente: La
Nación, de 14/6/13.