Las dos empresas vienen adoptando
enfoques muy distintos. Embraer, siguiendo el ejemplo de Airbus y Boeing,
apunta a mejorar, en lugar de reemplazar, sus aviones actuales con alas y
motores nuevos, para mantener sus costos bajo control. Bombardier promete que
el CSeries será 20% más eficiente en su consumo de combustible que el avión que
se propone reemplazar, al tiempo que reducirá el ruido y las emisiones. Ante la
ausencia de anuncios de pedidos, la empresa se concentró en promocionar el
vuelo inicial del avión, que se prevé para las próximas semanas. El fabricante
canadiense asegura que podrá volar desde aeropuertos pequeños con el mismo
nivel de ruido que aeronaves más pequeñas de hélice.
Desde su lanzamiento en 2008,
Bombardier registró 145 pedidos firmes y apunta a unos 300 antes de que
Bombardier inicie las entregas de los primeros E2. Chet Fuller, vicepresidente
senior de aviones comerciales de Bombardier, indicó que la penosa experiencia
de la industria en torno a aviones nuevos sigue reduciendo los pedidos y afecta
las campañas de marketing de la canadiense.
Fuente: La
Nación / The Wall Street Journal Americas, de 18 y 21/6/13.