martes, 4 de junio de 2013

Delta Air Lines inauguró su Terminal 4 en el aeropuerto neoyorquino JFK

Con la presencia del alcalde, Michael Bloomberg, el gobernador del estado, Andrew Cuomo, y varias celebridades deportivas, Delta Air Lines inauguró su Terminal 4 en el aeropuerto neoyorquino John F. Kennedy, que costó 1.400 millones de dólares. Unos 52 millones de pasajeros transitan cada año el JFK, de los que 20% son extranjeros, que hacen el grueso de un gasto anual de 40.000 millones de dólares.
No es fácil para las aéreas competir por los pasajeros el aeropuerto más internacionalizado de los Estados Unidos, donde American Airlines estrenó terminal en 2007 y JetBlue, en 2008. En esa puja, Delta intenta hacer valer sus salas de embarque vidriadas de piso a techo con gran vista a las pistas, gestión automatizada de valijas, y enchufes en 75% de los asientos. Para las comidas, salió del clásico elenco de cadenas y trajo a restaurantes respetados. Y el nuevo Skyclub salón VIP para viajeros frecuentes cuenta con una singular terraza a cielo abierto para mitigar las esperas.
Delta se asoció con la Port Authority y el Grupo Schipol para construir la nueva terminal, piedra de toque de una estrategia expansiva que empezó en 2008 con la fusión con Northwest y continuó el año pasado con la adquisición de una refinería de petróleo cerca de Filadelfia. Para afirmarse en el aeropuerto de Heathrow y en el rentable corredor Londres-Nueva York, Delta acaba de asociarse con Richard Branson mediante la compra de 49% de Virgin Atlantic.
En el resto de Europa estrecha lazos con Air France-KLM y Alitalia, sus socios en la alianza Skyteam. “Además, tenemos buenas relaciones con China Eastern y China South”, comentaba en una entrevista su CEO, Richard Anderson.
En América latina, en 2011, Delta adquirió 4,17% del capital de Aeroméxico, con la que opera 733 vuelos diarios a 93 destinos en código compartido. Ese mismo año, pagó 100 millones de dólares por 3% de Gol y hoy tiene un director en esa compañía brasileña.
En la Argentina, Delta entabló una relación con Aerolíneas Argentinas que se tradujo el año pasado en la entrada de esta última a Skyteam, de la que Delta es un pilar. Respecto de la posibilidad de operar en código compartido, Anderson se manifestó de acuerdo, aunque fuentes de la compañía dijeron que el escollo es “el dúo Ezeiza-Aeroparque”, según refiere Clarín. El diario agrega que “para que Delta pudiera vender a sus clientes pasajes a destinos de Argentina necesitaría asegurarles una conexión fluida, que no implicara atravesar toda una ciudad”.

Fuente: Clarín / iEco, de 2/6/13.