martes, 11 de junio de 2013

El déficit de la balanza turística sumó casi 89 millones de dólares en abril

El déficit de la balanza turística llegó a casi 88,8 millones de dólares en abril, con un aumento interanual de 120%. Ese mes, viajaron al exterior 242.295 argentinos, 15,2% más que hace un año, y gastaron 303 millones de dólares, 2,3% menos. Por su parte, ingresaron 181.177 extranjeros que dejaron 214,2 millones de dólares, lo que representa una merma interanual de 18% y 20%, respectivamente. Los datos surgen de la Encuesta Internacional de Turismo, que llevan adelante el Ministerio de Turismo y el INDEC, sobre la base de los ingresos y egresos registrados en el Aeroparque, los aeropuertos de Ezeiza y Córdoba y el Puerto de Buenos Aires.
La estadía promedio de los argentinos en el exterior fue de 12,9 noches y el gasto diario, de 97,2 dólares, mientras que para los extranjeros que arribaron al país llegaron respectivamente a 15,2 noches y 77,8 dólares.
Con 25,3% del total, los residentes europeos conformaron el contingente más numeroso y el que exhibió estadías más prolongadas, con una media de 27,1 noches, aunque también fueron los que gastaron menos: 43,8 dólares. Con 23,2%, les siguieron los brasileños, cuyo número cayó 38,7% respecto de abril de 2012, los del resto de América, con 20,9% del total, los de Estados Unidos y Canadá, con 11,4%, y los de Chile, con 9,2%. Los más gastadores fueron los brasileños, con 145,3 dólares diarios, y los uruguayos, con 136,2.
En el primer cuatrimestre, la llegada de extranjeros acumula una baja de 15% respecto de igual lapso de 2012, cuando ya había caído 4,6%. Y su gasto se redujo 20,5%.
En el período de 23 meses que va desde junio de 2011 hasta abril de este año, el arribo de extranjeros al país registró caídas interanuales en 21 ocasiones. Las excepciones fueron febrero de 2012, con una suba de 2,5%, y junio de 2012, cuando el ingreso de turistas creció 17%, aunque no alcanzó a compensar el desplome del mismo mes del año anterior.
Distintos analistas, como Arturo García Rosa, presidente de la consultora especializada en turismo HVS Sudamérica, y Tomás Ryan, ex presidente de la Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo (AAAVYT), han mencionado a la suba de los precios internos, medidos en dólares, como una de las principales causas que explican la crisis del turismo receptivo.
La crisis económica que atraviesan los países europeos también es mencionada entre las causas que explican la caída del turismo receptivo. En el primer cuatrimestre de este año, viajaron a la Argentina 223.000 europeos, 20.000 menos que un año atrás. En Chile, por ejemplo, donde el turismo receptivo cayó 0,9% en el primer cuatrimestre de 2013 frente al mismo período del año anterior, el arribo de europeos creció 1%.
Para los argentinos, en tanto, viajar al exterior sigue resultando atractivo. En los primeros cuatro meses de este año, viajaron fuera del país 976.000 personas, 60.000 más que en 2012 y 190.000 más que en 2011. Así, la balanza turística pasó de un superávit de 344 millones de dólares en el primer cuatrimestre de 2011 y a un déficit de 223 millones en igual período de este año.
En una columna publicada en Clarín, Hernán Lombardi, presidente del Ente de Turismo y ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, sostiene que esa situación es resultado de “los sucesivos parches en el tipo de cambio, la inflación desatada con su consecuente pérdida de competitividad y la errática estrategia aerocomercial”.
Al respecto, y tras señalar que la “sangría” de divisas se agrava con el aumento del gasto de los argentinos en el exterior y la caída del que hacen los extranjeros”, califica como “falacia” la afirmación de que la situación es provocada por la crisis internacional. Y asegura que los vecinos sudamericanos de la Argentina recibieron en 2012 más visitantes. El crecimiento fue de 4,9% en Brasil, 14% en Chile, 9% en Perú y 2% en Colombia.
Tras proponer una serie de medidas, Lombardi concluye: “Asimismo, el Ministerio de Turismo no puede desentenderse de la caótica estrategia aerocomercial. Se necesitan más vuelos, más frecuencias y más conectividad. Eso no se logra desalentando sistemáticamente a los que invierten en nuestros cielos. Hablando claro, los subsidios siderales a Aerolíneas Argentinas son sólo una parte del problema. La otra cara, quizás aún más grave, es un proteccionismo desmesurado e imprevisible que desalienta cualquier inversión en nuestro transporte aéreo.”
 
Fuentes: Clarín, de 4/6/13; Ámbito Financiero, BAE - Internacional, El Cronista, La Prensa, Página 12 y Tiempo Argentino, de 6/6/13; Ámbito Financiero / Ámbito del Placer, de 7/6/13, y La Nación, de 8/6/13.