El periodista destaca que la empresa no publica balances de su reestatización y que sólo figura en su página web un informe de gestión correspondiente a 2011, sin ningún dato cuantitativo sobre facturación, pasajes transportados, costos de combustible, la cantidad de personal, costo laboral o inversión. En cambio, agrega, la Secretaría de Hacienda del Ministerio de Economía informa de manera actualizada el avance del uso del dinero aprobado para cada una de las partidas del Presupuesto. Así, se indica que de los 3.120 millones de pesos asignados para todo el año a “Formulación y Ejecución de Política de Transporte Aerocomercial”, presumiblemente destinados casi enteramente a Aerolíneas, en el primer bimestre se pagaron 592 millones. De igual forma, puede verificarse que desde su reestatización la empresa recibió unos 3.500 millones de dólares.
“Ni el ocultamiento ni el evidente déficit económico y financiero implican que la actual AA funcione peor que durante las nefastas gestiones de American Airlines o Marsans. Por el contrario, hay algunos indicadores que muestran mejoras, como por ejemplo en puntualidad y en cumplimiento de salidas programadas. A lo que se agrega el aumento en las frecuencias, y el marcado contraste entre las importantes inversiones en aeronaves, instalaciones y equipamiento que hubo desde la reestatización con la descapitalización que sufrió la compañía en manos privadas. La misma página web oficial que omite información económico-financiera destaca que Aerolíneas Argentinas protagonizó la suba más importante del ranking de las 100 mejores empresas en imagen que publica la revista Apertura en base a la opinión de los principales empresarios y ejecutivos del país, pasando del puesto 169 al 56”, afirma Zlotogwiazda, que concluye diciendo: “La reestatización de AA fue aprobada por una clara mayoría de más de dos tercios de los diputados y senadores, y contaba con amplio apoyo de la población. Lo que casi cuatro años después no queda claro es el grado de eficiencia en la gestión, por la sencilla razón de que la información escasea. Y cuando se retacea información, lo que vuela es la duda y la sospecha”.
Fuente: Veintitrés, de 22/3/13.