Un
primer punto a tener en cuenta es que la decisión de los argentinos de viajar
al exterior responde a razones que exceden al valor del dólar. Obviamente una
moneda estadounidense barata impulsa las salidas y un alza fuera de todo plan
genera un freno, pero el hábito de cruzar la frontera está ya demasiado
arraigado en las clases media y alta argentinas como para que una medida
oficial lo haga ceder.
Más
allá de las quejas, es difícil pensar en familias, parejas, grupos de amigos o
viajeros solitarios que suspendan vacaciones o cambien un destino extranjero
por uno local a causa de la suba al 35%. Esto es así por varios motivos. En
principio, un tour a Nueva York, París, Roma, o países de Asia no es
reemplazable por ningún destino local; así como sitios como Ushuaia, El
Calafate, el Noroeste o las Cataratas no pueden encontrarse fuera de la
Argentina. La elección de este tipo de destinos no responde en general a
oportunismos de carácter económico. Cuando el Gobierno comenzó el año pasado a
aplicar recargos como adelanto de pago de Ganancias, se planteó la situación de
“viajar al ritmo del dólar”, pero hoy parece haber más un acostumbramiento y
una adaptación por parte de los que quieren ir al exterior.
La
comparación Argentina vs. el exterior tampoco es del todo válida entre el
Caribe y la costa atlántica, no sólo por obvias diferencias geográficas, sino
porque aún con el 35% de recargo, los que eligen Cuba, México, Aruba o Punta
Cana seguirán haciéndolo.
Mientras
tanto, en la costa atlántica argentina buscan evitar una suba desmedida de
precios, pese a que se habla de incrementos en los alquileres de casas que
rondarían entre el 15% y el 20%, en comparación con el verano 2013. El mercado
“está reaccionando mejor que el año pasado y seguramente habrá un impulso
importante a partir de las medidas anunciadas por el Gobierno, sumado a que hay
un importante compromiso de muchos propietarios por mantener valores similares
a los del año pasado”, confió Flabio Di Francesco, dueño de la inmobiliaria
homónima que opera en la costa argentina.
Conocidas
las noticias de la AFIP, el presidente de la Asociación Argentina de Viajes y
Turismo (AAAVYT), Fabricio Di Giambattista, opinó que la medida no generará
“grandes cambios”. Esto se da en buena medida porque el grueso de las ventas es
realizaron antes del lanzamiento de la medida oficial. “En el corto y mediano
plazo ya está todo vendido”, según aseguró Alberto Sánchez Lavalle, director
editorial de Ladevi Ediciones.
El
anticipo en las compras para adelantarse a una medida del Gobierno —que
finalmente se cristalizó— muestra además un cierto cambio de cultura en los
viajeros argentinos, hasta ahora acostumbrados a resolver a último momento.
Esta vez fueron premiados los que fueron estratégicos. Este escenario en el
cual se piensa que “lo que viene puede ser peor” incentiva a abandonar la
improvisación para contrarrestar el potencial aumento de precios o nuevas
medidas oficiales. En tanto, podrían verse afectados los viajes de consumo y
las empresas tal vez revean sus políticas de viajes de negocios e incentivos en
vista de que el dólar billete que se obtiene ya no se encuentra al atractivo
valor oficial.
Finalmente,
puede observarse que el destino más perjudicado por la nueva medida sería
Uruguay, país con turismo de playas que por cercanía es competidor de la costa
argentina. El 15% que se aplicó el verano pasado fue suficiente para recortar
en un 20% el ingreso de argentinos al vecino país, aún a pesar de un paquete de
beneficios y descuentos que lanzó el Gobierno de José Mujica. De mantenerse la
tendencia, este verano el impacto sería aún más fuerte.
Fuente: Ámbito Financiero / Ámbito del Placer, de
13/12/13.