martes, 10 de diciembre de 2013

Culturas diferentes, un desafío en la fusión entre American y US Airways

Doug Parker, el presidente ejecutivo de US Airways, afirma que superar las objeciones del gobierno fue sólo parte del desafío que representaba la fusión con American Airlines. También tuvo que persuadir a ejecutivos y empleados de ambas empresas de que el acuerdo saldría adelante. Y ahora, cuando ya ha recibido la aprobación, US Airways está tratando de flexibilizar un poco la cultura empresarial conservadora de American.
Parker, de 52 años, comenzó su carrera en la aviación comercial en 1986 en el departamento de finanzas de American y es el presidente ejecutivo activo con más tiempo al frente de una aerolínea. Esta será su segunda fusión, tras la compra de US Airways en 2005, cuando dirigía America West Airlines.
El mayor riesgo inmediato es trasladar US Airways al sistema de reserva de pasajeros de American, el centro neurálgico de todo tipo de funciones, desde las reservas de pasajeros a la facturación y las cuentas de viajero frecuente. “Es un esfuerzo enorme que no manejamos tan bien como nos hubiera gustado en America West-US Airways”, admite.
El desafío a largo plazo ahora es minimizar las diferencias culturales. Según Parker, hay marcados contrastes en el estilo de gerencia entre ambas empresas. “La mayoría son empleados que llevan mucho tiempo en American, que no han trabajado en otro lugar, lo que es tanto una ventaja como una desventaja”, sostiene. “Están mucho más centrados en la estructura y el proceso, y el equipo de US Airways, menos. La plantilla de American se asegura de que todo esté realmente listo antes de apretar el gatillo. Nosotros preferimos la acción con menos preparación”.
Parker afirma que inmediatamente detectó una oportunidad cuando AMR se acogió a la ley de protección por bancarrota hace dos años. “Sabíamos que no queríamos quedarnos esperando” y ver cómo se reestructuraba la aerolínea de mayor tamaño, pero debieron persuadir a otras personas, incluida una gerencia renuente de American. Los sindicatos de American fueron los primeros en aceptar, seguidos de sus acreedores. Finalmente, a fines del año pasado, la junta directiva de AMR y su presidente ejecutivo, Tom Horton, acordaron analizar una combinación.
En febrero, las aerolíneas pactaron un canje de acciones, valorado en casi 18.000 millones de dólares. En junio, fueron seleccionados un equipo de gerencia combinado y una junta directiva nueva; Horton fue nombrado presidente no ejecutivo del directorio. Las aerolíneas apuntaban a cerrar el acuerdo a fines de agosto, pero llegó entonces la oposición del gobierno. Las ofertas iniciales ante el Departamento de Justicia no tuvieron éxito. Pero cuando ambos lados se preparaban para un juicio el 25 de noviembre, nuevas conversaciones llevaron a un pacto. El Departamento de Justicia asegura que las concesiones que hicieron las aerolíneas permitirán que operadores aéreos de descuento se expandan, lo cual fomentará la competencia.

Fuentes: La Nación / The Wall Street Journal Americas, de 3/12/13, y La Prensa, de 9/12/13.