Consultadas por La Nación, fuentes de una de las fuerzas
que trabajan en los operativos Fortín y Escudo Norte manifestaron que existe
preocupación por los “bombardeos” realizados desde esas avionetas,
identificadas como ilegales porque no aterrizan en pistas sino en zonas de
campos o caminos solitarios. La modalidad consiste en volar a baja altura y
arrojar bultos con droga en sitios predeterminados. Históricamente, esto
ocurría en el nordeste. Ahora, pasa en la periferia de la ciudad de Rosario y
en el norte de la provincia de Buenos Aires.
La Gendarmería cuenta con un
grupo de operaciones especiales antidrogas. La élite son cuatro grupos de
reconocimiento cuya función es marcar posiciones de aterrizaje de avionetas
ilegales. Con bases en Tucumán, Santiago del Estero, Formosa y Salta, están
integrados por 30 efectivos que trabajan en células de cuatro hombres con
amplia independencia táctica. Su misión es sumergirse en montes o vigilar zonas
sin que su presencia sea advertida, con capacidad para operar individualmente
durante un mes sin apoyo.
En los últimos cinco años se
descubrió un cambio en la logística de las organizaciones narcos que operan en
la Argentina. Los cargamentos de cocaína empezaron a ser transferidos desde
Bolivia hacia Paraguay, para llegar al país mediante las vías utilizadas por la
conexión narco paraguaya, donde las avionetas tienen mucha importancia.
En la referida entrevista, Rossi
descartó la posibilidad de avanzar en una ley de derribo, a la que calificó de
“polémica, como mínimo”, y explicó que en el operativo Escudo Norte “las
fuerzas de seguridad tienen una tarea y Defensa la responsabilidad de
garantizar la territorialidad integral de la Nación: custodiar el espacio aéreo
y la frontera terrestre y fluvial que abarca las provincias limítrofes del
norte”.
En esa área, señaló, funcionan
tres radares de Defensa, ubicados en Posadas, Resistencia y Santiago del
Estero, y otro móvil, operado por la Fuerza Aérea. “Cuando se detecta un
tránsito aéreo irregular, la Fuerza Aérea lo comunica a las fuerzas de
seguridad y alguno de los aviones sale a aproximar para completar la
identificación del aparato para comunicar a Anac y a las fuerzas de seguridad.
Tenemos además 20 radares terrestres en la frontera. Desde 2011 se han detectado
más de 700 tráficos aéreos irregulares que se han comunicado a la fuerza
(Gendarmería o Prefectura). No digo que no haya que hacer más esfuerzos, pero
desde hace dos años trabajamos intensamente y los resultados son estos”,
precisó Rossi.
Respecto del informe elaborado
por la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD),
las precisiones revelaron que sólo 20% de los 192 países que integran la ONU
había suministrado datos. La posición de la Argentina se explica porque la
fuente principal de la información era España.
Fuentes: El
Litoral (Santa Fe), de 21/9/13, La Nación, de 22/9/13 y Página 12, de 23/9/13.