martes, 8 de octubre de 2013

El conflicto por la pastera UPM podría complicar a la sucesora de Pluna

La crisis diplomática con la Argentina, provocada por la decisión del gobierno uruguayo de habilitar un incremento de la producción de la fábrica de pasta de celulosa UPM (ex Botnia), podría complicar a Alas-U, gestionada por ex trabajadoras de Pluna, cuya operación depende de la obtención de horarios de vuelo en el puente aéreo entre Carrasco y Aeroparque.
El ministro de Transporte y Obras Públicas de Uruguay, Enrique Pintado, había informado al Parlamento de la existencia de un acuerdo no firmado con la Argentina para que la futura aerolínea de bandera uruguaya pudiera acceder a los slots que operaba Pluna, y que ahora acapara Aerolíneas Argentinas. Sin embargo, esa gestión fue hecha hace más de un año y carece de efectos. En consecuencia, el gobierno uruguayo debería negociar nuevamente en Buenos Aires. Según el plan de negocios de los trabajadores, con 44,9% de ocupación alcanza para que esa ruta sea rentable; mientras Pluna se mantuvo en pie, esa tasa era de 71% en promedio. En enero pasado, el sindicato de ex trabajadores de Pluna inició contactos con organizaciones gremiales colegas de la Argentina, como la Asociación del Personal Aeronáutico, para intentar eludir eventuales obstáculos. Alas-U proyecta facturar en los primeros dos años casi 44 millones de dólares por las 60 frecuencias semanales de la ruta, que representan 32,7% de los ingresos totales estimados.
El sindicato de ex trabajadores de Pluna acordó con el Fondo de Desarrollo un préstamo por 15 millones de dólares y a comienzos de septiembre firmó con la Presidencia un contrato para la compra de tres Bombardier CRJ 900, por un monto de 47 millones de dólares, que pagarán a partir del tercer año de operaciones de la empresa, que aún necesita el permiso de la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia) para comenzar a volar.
 
Fuente: El Cronista, de 7/10/13.