En los últimos años, con la
duplicación de la cantidad de pasajeros, las aerolíneas locales tuvieron la
oportunidad de expandirse en la región, aunque se vieron presionadas por los
costos del combustible y las tasas aeroportuarias, así como por un nivel de
competencia más alto. Esto llevó a las compañías más grandes a fusionarse,
sacar a flote sus acciones y modernizar sus marcas.
Avianca es titular de la nueva
marca Avianca-Taca Holding, formada luego de la fusión con Taca de El Salvador
en 2010. LAN y TAM, las aerolíneas más grandes de Chile y Brasil, se fusionaron
en Latam Airlines Group luego de un acuerdo de canje de acciones de casi 3.000
millones de dólares. Mediante la fusión con los eficaces chilenos, TAM
pretendía lograr una base financiera más sólida y una plataforma para
introducirse en rutas internacionales, pero a un año de la operación se viven
momentos difíciles.
Copa Airlines es la más chica de
los tres grupos de aerolíneas que se consolidaron en la región. Tras empezar a
cotizar en la bolsa de Nueva York en 2005, su socia estadounidense Continental
United vendió su participación, conservando una alianza estratégica. Copa se
concentró en convertir a Panamá en un centro rentable que une ciudades de toda
la región, con 8 millones de pasajeros el año pasado y 90 aviones. “El
propósito de Copa es conectar las Américas con las Américas”, sostiene Stanley
Motta, quien, con otros inversores panameños, asumió el control de la compañía
en 1986.
Fuente: El
Cronista / Financial Times, de 30/9/13.