En ese contexto, el Sedronar pretende generar un espacio que permita intercambiar conceptos, experiencias y enfoques entre actores del sistema judicial argentino. Se considera que, por lo general, se trata de personas de muy bajos recursos o inmigrantes indigentes, que pueden transportar entre 800 y 1.200 gramos en sus estómagos.
“Frente a ello, cabe preguntarse si estas personas son narcotraficantes o seres humanos apremiados por necesidades económicas utilizados por estructuras del crimen organizado inescrupulosas”, dice la legisladora porteña María Elena Naddeo. Cerca de 50% de los casos que recibe el fuero penal económico se relacionan con el tráfico de drogas. El juez Claudio Gutiérrez de la Cárcova destaca la necesidad de modernizar la legislación y apunta que esas causas tienen prioridad porque involucran “personas privadas de su libertad”.
Por su parte, Eugenio Zaffaroni, ministro de la Corte Suprema, puntualizó como primordial “enfocar todos los cañones al problema del tráfico; dejar de provocar una dispersión de esfuerzos en el balance de lo que se viene haciendo nos demuestra que el camino que tomamos es equivocado”. Zaffaroni señaló que si bien la Argentina en materia de narcotráfico no se encuentra en una situación sumamente vulnerable dado que por razones geopolíticas “estamos alejados de los principales consumidores, es cierto que puede haber rutas alternativas y que debemos prevenirlas”.
Fuente: BAE, de 24/13.
